Antes de que se cumpliera el mes del crimen, el fiscal Ignacio López Bustos y la defensa, con el acuerdo de la querella, llegaron a un acuerdo para que Juan Gerardo Paz, a través de un juicio abreviado, sea condenado a 25 años de prisión por el crimen de Abigail Luna, la pequeña de dos años que fue asesinada por su padrastro en su casa de San Cayetano. Mañana, en una audiencia, el juez Pedro Roldán Vázquez deberá decidir si formaliza el convenio.
La pareja se presentó el 18 de octubre en un centro asistencial de San Cayetano con la menor. Como tenía signos de haber sido golpeada, los profesionales realizaron la denuncia en la Policía. Al llegar los uniformados, la madre de la niña se quebró y dijo que su pareja la había castigado físicamente. Las pericias fueron determinantes: la pequeña había recibido golpes en la cabeza, piernas, brazos, pecho y espalda, donde le contabilizaron al menos 20 marcas de lesiones de golpes de puño.
Según la autopsia, la causa de la muerte de la niña fueron las hemorragias y los hematomas que se le formaron en el cerebro, pero también tenía lesionado un pulmón, un riñón y presentaba fracturas en al menos tres costillas.
“Él ni siquiera me permitía que le contara a nuestra familia. Siempre prometía que cambiaría, pero nunca lo hizo. No lo demandé antes porque tenía miedo que golpeara a mis hijas y que les hiciera algo malo. Lo hablé varias veces para que entendiera que la violencia no serviría de nada. Y no me escuchó”, dijo M.L, la madre, durante la audiencia en la que al acusado, trabajador del Servicio 107, se le imputó el delito homicidio agravado por ensañamiento y alevosía. El juez Roldán Vázquez le dictó prisión preventiva por 60 días.
El fiscal López Bustos sumó otros indicios en contra de Paz. El más importante fue la declaración que realizó a través de la cámara Gesell la hermanita de la víctima. Según confiaron fuentes judiciales, la niña habría confirmado que el acusado le propinó a Abigail una golpiza, pero que ella sólo escuchó los ruidos. También habría confirmado que eran constantes los castigos físicos que habían recibido por parte del acusado.
Una figura
El juicio abreviado es una manera alternativa de resolver procesos. Para que ello ocurra, el imputado debe reconocer la culpabilidad del hecho por el cual está acusado. El defensor propone un acuerdo que, normalmente, consiste en recibir una pena menor a la que se le puede aplicar. Luego el fiscal analiza la situación y consulta a la víctima si está de acuerdo.
Si las tres partes aceptan, se desarrolla una audiencia donde el fiscal explica los detalles del acuerdo. Luego, el acusado debe confirmar su deseo de declararse culpable y después se escucha la palabra de un representante de la víctima. Por último, es el juez (en este caso será Roldán Vázquez) el que tendrá que definir si acepta o no el planteo de las partes. Con este convenio, Paz evitaría que se lo condene a 35 años de prisión sin derecho a recibir beneficios.